Web de Félix Sautié Mederos

Y NACIÓ SOPHIE, diáspora, añoranzas y alegrías…y después también nació Antoine

Sé que la diáspora es un problema y un flagelo para muchas naciones, especialmente para las más pobres y para las que sufren de imposiciones, explotación e injusticia. Comprendo que en otros países como es México por ejemplo, la diáspora es una pesadilla de grandes proporciones cargada de crímenes y dramas más allá de lo humano muy en especial para sus zonas geográficas cuyas fronteras colindan con Estados Unidos.

Pero debo decir que esas circunstancias no aminoran las mías, que les voy a expresar en este testimonio de un abuelo cubano que como cronista de su época que pretende ser con sus “Crónicas Cubanas” quiere dar testimonio de su alegría y amargura mezcladas, porque acaba de recibir la noticia de que en Bruselas en donde vive su hija Anita le ha nacido lejos de las tierras de donde es oriunda su mamá cubana, Sophie la que es su décima nieta.

Sophie se abre a un mundo cargado de injusticias, violencias, imposiciones, dolores y amenazas pero además lejos de la familia de su mamá dispersa en Cuba y en los Estados Unidos; también ha nacido relativamente lejos de la familia de su padre que es franco chipriota y por tanto dislocada en Chipre y en Francia. Su padre actualmente vive junto con su esposa, mi hija, en Bruselas en donde trabaja. Sophie es pues, una criatura de una época contradictoriamente caracterizada por el contrapunteo de una diáspora que abre grandes abismos y una globalización cargada de nuevas tecnologías que convierten a nuestro planeta en una aldea global, pero que se extingue a causa de un medio ambiente contaminado y agredido por las incomprensiones y las ambiciones de quienes inconsecuentemente destruyen a nuestro planeta en una cuenta regresiva que cada vez se hace más veloz e imparable.

En resumen, a mi nieta recién nacida, la acoge un mundo enfermo que da gritos con voces que claman en el desierto para evitar la hecatombe que aceleran por las guerras y las amenazas de más guerras.

¡Qué locura mi nieta querida! Tu abuelo de Cuba quisiera detenerla, pero él es muy poca cosa ante un mundo tan grande y obcecado; solo puedo decirte lo mucho que te quiero, la alegría personal que me causa tu nacimiento y mi compromiso de luchar hasta el final de mis días por el mejoramiento humano, el amor, la comprensión, el diálogo y la paz.

Así lo he sentido profundamente, así lo pienso y así lo expreso con mis respetos para el pensamiento diferente y sin querer ofender a nadie en particular.

La Habana, en los primeros días del mes de mayo, mes de las flores, del año 2014.

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